Es el estudio del efecto de campos magnéticos sobre
los sistemas biológicos. La energía biomagnética es nuestra fuerza de vida,
tanto como lo es el aire, el agua y la luz del sol.
Su uso lo podemos tener en cuenta como preventivo y curativo. Se emplea principalmente para aliviar los dolores y entre alguna de sus ventajas está no ser una técnica invasiva, ni tener efectos secundarios.
Algunos de los efectos que producen los campos magnéticos en los organismos vivos son los siguientes:
- Incremento de flujo sanguíneo y mejora de la capacidad de transportar oxígeno, facilitando la recuperación de la salud.
- Cambios en la migración de los iones de calcio, que proporcionan calcio a los huesos deteriorados más rápidamente
- Se modifica el pH de los líquidos
- Se incrementa la producción de hormonas de las glándulas endocrinas.
Se trata de una terapia con imanes que en breves lapsos de tiempo consigue eliminar microbios como virus, bacterias, hongos y parásitos. También en el área emocional imprime un cambio de ánimo más positivo en la mayoría de los pacientes, liberando estrés y procurando un mayor vigor energético.
Incluso la NASA reconoce la importancia de los campos magnéticos sobre la salud, gracias a los cuales solucionó la gran incidencia en enfermedades y pérdidas de densidad ósea en los astronautas, cuando regresaban a la Tierra, colocando imanes en los trajes y en la nave.
Cómo funciona el biomagnetismo?
Un imán es un material capaz de producir un campo magnético exterior y atraer el hierro, Los campos magnéticos trabajan sobre la circulación de la sangre; en los glóbulos rojos se encuentra la hemoglobina (encargada de transportar el oxígeno) la cual tiene un átomo de hierro (la sangre es de color rojo debido al hierro, ya que este por efecto del oxígeno, una vez oxidada, es de color rojo).
El magnetismo afecta a las moléculas magnéticas de la hemoglobina de la sangre, fenómeno descubierto por el Dr Linus Pauling, dos veces Premio Nobel.
Sin
el hierro no hay energía, y sin energía se detienen el latido del corazón y la
respiración, por lo que resulta esencial para la vida, y la influencia de un
campo magnético sobre el hierro es considerable. Los campos magnéticos producen
una pequeña corriente eléctrica debajo de la piel, lo suficientemente fuerte
como para causar efectos biológicos como son: la reducción de dolor, la
regeneración de células y nervios, etc. Un campo magnético, en definitiva,
atrae y repele las partículas cargadas de la sangre creando movimiento y calor.
Esto dilata los vasos sanguíneos, incrementando la circulación de la sangre y
acelerando los procesos de curación y de recuperación.
La magnetoterapia es una técnica de las terapias complementarias que busca a través de la colocación de imanes equilibrar energéticamente al organismo humano para que este, homeostáticamente encuentre los caminos que conlleven a su auto-sanación.
Bajo el efecto del magnetismo se aumenta la capacidad de transporte de oxígeno de la hemoglobina, generando un fuerte aumento de su capacidad de enlaces con el oxígeno en los pulmones. Esto produce la dilatación y la apertura de los capilares.
En consecuencia, el biomagnetismo propicia diversos niveles de mejoría en una gran variedad de enfermedades, especialmente en aquellas crónicas, las de origen autoinmune y las de causas desconocidas.
El Biomagnetismo clínico es una excelente alternativa natural para valoración, detección, control y regulación de enfermedades y padecimientos de todo tipo, tales como enfermedades respiratorias, digestivas, musculares, stress, en algunas enfermedades complejas es un extraordinario complemento de tratamiento, que puede llevar al paciente a recuperar su salud
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